Supongo que no he de preguntar a aquellos que están contentísimos con ese robot que barre y aspira e, incluso, friega el suelo :). Además, ¡si se queda sin batería va solo a su "casita" a reponer energía!
Aparte de aplicaciones útiles que realizan ciertas máquinas, otras han sido concebidas con otro fin, como una clase de arte llamado kinetic art, animadas que no tienen un propósito lucrativo o útil en si.
Os presento a un artista coreano, que exibió parte de su trabajo en ARCO en 2007 y ha hecho algunos trabajos bastante bonitos y, otros, muy curiosos.
Se llama Uram Choe y es un artista ya bastante conocido y aquí podéis visitar su trabajo. Yo recomiendo ver la galería de videos, ya que como máquinas animadas, sin movimiento pierde mucho :). www.uram.net
Un montón de tornillos, tuercas, ruedas dentadas y láminas de metal no necesariamente tienen que resultar distantes y fríos.
Encontré un video, anuncio de BMW, que es un performance de kinetic art para dar a conocer su nueva "línea" del vehiculo de manera muy sutil.
Es chulísimo, no sé que pensaría Saruman de esto...
ResponderEliminarYa con la corriente futurista se buscó la belleza en la máquina y en el movimiento, con resultados a veces de lo más curiosos y bellos.
Muy interesante este artista, si señor!
Las tripas de los ordenadores Macs no eran nada atractivos pero no debía de crear mucha repulsión a la gente ya que fue un éxito de venta más por diseño que por funcionalidad (ya se que algún maquero no estaría de acuerdo conmigo XD).
ResponderEliminarSeguro que cuando interactuemos más activamente con las máquinas, imbuiremos más belleza a las máquinas para nuestro disfrute.
yo que no se mucho de tecnologia veo una elegancia exelsa combinada con la creatividad misma.... mis respetos a esta nueva clase de arte...
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo. No todo lo que entendemos o que compartimos tienen que ser mejores, buenos o bonitos.
ResponderEliminarHay gente trabajando, innovando cada día para crear algo hermoso que nos transmita un concepto, una idea y ya, sólo por ese mero hecho, merece un respeto.